miércoles, 12 de diciembre de 2012

PROPUESTAS DE ACTUACIÓN DESDE UNA NUEVA MAYORIA


La Federación debe acometer un debate organizativo imprescindible para atender las dificultades financieras, organizativas y sus efectos en la acción sindical. Debate que fue alentado por la iniciativa confederal (reivindicarnos y repensarnos: sindicalismo, trabajo y democracia, de julio 2011), que se intentó iniciar desde el Comité Federal (Albacete, septiembre 2011) y que no tuvo resultado alguno.

Tenemos que profundizar en un debate interno sobre cómo organizarnos mejor para conseguir adecuarnos a la realidad que imprimen los acontecimientos políticos, económicos, laborales, industriales y sociales y para que las propuestas de actuación federal se transformen en realidades, además de ser capaces de desarrollarlas en su máxima extensión.

Primero, debemos afrontar las propuestas definidas y aprobadas en el Programa de Acción que, no nos olvidemos, no difiere mucho del aprobado en el último Congreso federal y cuyos contenidos no han sido atendidos en este período. Por lo que el problema no es el debate de estrategias, sino de quien y como debe llevarlas adelante.

En segundo lugar, debemos atender la revisión del estado económico actual. Hemos pasado de acometer una situación financiera en mejores condiciones que el resto de las organizaciones (Ejecutiva octubre 2009: “el secretario de Administración y Finanzas presentó los Presupuestos Consolidados para el año 2009, confirmando que la Federación estaba preparada para afrontar la retirada de subvenciones finalistas …”), a reflejar un déficit preocupante, incluyendo ese año 2009 que, junto al de 2010, fueron los que mayor nivel de “servicios para la formación” se recibieron y, sin embargo, se reflejó un déficit entre los dos años de 1,8 millones de euros. A lo que se suma una previsión de perdidas en 2012 de 800.000 euros.

A pesar de todo, para la Candidatura a la Federación de Industria, los recursos económicos pueden influir pero nunca ejercer de condicionantes en la forma y el fondo en que deben configurarse la acción sindical, porque lo esencial es atender a los trabajadores y las trabajadoras mediante la aplicación del sindicalismo de proximidad, práctica que recae en nuestras organizaciones federales, sobre todo, en los sindicatos provinciales y comarcales. Es nuestra disposición garantizar los recursos suficientes para que estas estructuras puedan realizar su trabajo.

Sólo recordar que, derivado del debate de Albacete, y motivado por la situación financiera de la Federación, se insinuó la posibilidad de desaparición de los sindicatos comarcales y provinciales (Castilla-La Mancha, Castilla y León y Galicia), donde mantuvimos una posición de rechazo rotundo porque rompía con el esencial objetivo de los recursos económicos del sindicato: aproximarlo a las necesidades de atención a los trabajadores y a las trabajadoras, facilitando el trabajo de las organizaciones más cercanas a los mismos.

 
Cambiar la situación, reforzar la organización, extender el Sindicato a la PYME y fortalecer la presencia entre los distintos colectivos, exige cambiar hábitos arraigados en el trabajo sindical, reequilibrar la asignación de recursos humanos y financieros, y establecer nuevas prioridades en la acción del Sindicato. Es la principal apuesta que vamos a asumir en la dirección de la organización.


Para ello, realizaremos una Conferencia de Finanzas y Recursos sobre la economía de la Federación, dotándonos de mecanismos para conocer nuestra situación real, revisando la política presupuestaria, abordando la redistribución de los recursos humanos y económicos, e introduciendo los mecanismos de seguimiento y evaluación pertinentes, además de aplicar la necesaria transparencia que deben acompañar a estas actuaciones.

Fortalecer la autonomía sindical, la autosuficiencia financiera y la gestión transparente de los recursos son las premisas que va a presidir nuestro trabajo en la Federación de Industria. En este sentido, ha sido lamentable que no se haya atendido a la reclamación de una parte de la Comisión Ejecutiva, que lleva casi dos años exigiendo la contabilidad analítica para conocer, de forma individualizada, la orientación de los gastos de la Federación.

Lo esencial es la racionalización global de los recursos, es decir, la relación entre los gastos sindicales prioritarios y los recursos disponibles, lo que requiere el conocer la totalidad de la información de toda la organización, para saber que tenemos y que queremos conseguir con ello, sobre todo, priorizar la cobertura de la actividad teniendo en cuenta que los recursos son limitados. En el caso de la Federación de Industria, no es justificable la elevada dotación presupuestaria encauzada hacia áreas como comunicación o internacional, cuando se restringen coordinadoras de grupos o de sectores para facilitar una mayor asistencia a las empresas y a los delegados y delegadas sindicales.

En tercer lugar, vamos a hacer efectivos los protocolos de acuerdo ya apalabrados con Federaciones y organizaciones territoriales de CCOO, para poner en marcha los compromisos industriales adquiridos en el Consejo monográfico de abril pasado, que vuelven a ser relegados, a pesar del disfraz publicitario que se le quiere imprimir.

 Por último, y lo más importante, la necesidad de recomponer las estructuras federales que están padeciendo una preocupante inacción, renovando el reforzamiento de las coordinadoras de empresas y sectoriales -calificando el papel de las organizaciones de la federación en este campo-, con especial atención al establecimiento de estrategias dirigidas hacia la actuación de SSE, SSI y de Interempresas. Lo que requiere el suprimir los actuales sectores transversales y especializar el trabajo en cada una de las actividades, que ha sido la característica esencial de la Federación y que ha definido todas sus actuaciones, sobre todo, para imprimir una acción sindical ofensiva y no defensiva como la actual, a la hora de abordar los graves problemas que atraviesan las empresas y los trabajadores.


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